El CIS da ganador al PP, segundo Podemos y tercero el PSOE. ¿Cómo es posible que eso esté ocurriendo? Pues simplemente porque la gente ha dejado de creerse el mensaje unidireccional que llega desde el poder. Mucha campaña para alcanzar el poder pero poca autoridad moral para que la gente te crea. Eso se nota especialmente en la Comunidad Valenciana, donde hay un importante vacío de autoridad (que no de poder) que paraliza instituciones, política e iniciativas. Los que controlan el DOG no saben qué hacer con él. Y los aspirantes a controlarlo no pasan de saber escribir en Cuadernos Rubio.
(Publicado en La Vanguardia)
José Antonio Marina escribe con frecuencia sobre la diferencia entre poder y autoridad. El poder, como también dice Moises Naim, es fácil de obtener. A veces basta con unas elecciones y cualquier personaje variopinto con un partido detrás acaba con poder para manejar el Boletín Oficial del Estado y el Diario oficial de la Generalitat. Pero tener el poder no es tener autoridad moral para que la gente confie en ti y te tenga respeto y credibilidad. Eso se consigue de otra manera.
La pasada semana vino el ministro Cristobal Montoro a Valencia, pero también es posible que venga el presidente mundial de la Ford, Yanis Varufakis, el Rey de España o el Papa Francisco. Obviamente a recibirlos acudirán quienes detectan el poder en cada caso: las cúpulas empresariales, el presidente del Consell de la Generalitat y los correspondientes consellers, el arzobispo, el delegado del Gobierno y en el caso del griego Angela Ballester, Antonio Montiel y hasta Copete. Por supuesto, Mónica Oltra se colará en todas las reuniones para asegurarse la foto. Vamos: todos los que tienen algo de poder.
¿Pero cuál de todos esos que salen la foto de Montoro, en la del mitin de Pedro Sánchez en Valencia o en la de una supuesta visita del Papa Francisco tienen de verdad autoridad moral para influir en la sociedad?
Todos mandan o aspiran a mandar en el DOG y en el BOE, pero un DOG sin presupuesto es como un Cuadernos Rubio. Sólo sirve para escribir. Lo que vale en estos momentos es tener autoridad moral, como dice José Antonio Marina. Solo con la autoridad moral del Papa Francisco puede algún cura decir que ya está bien de parir como conejos. Solo con autoridad moral puede acabar alguien con el nepotismo de las universidades valencianas o decir a Madrid que somos un pueblo harto. El poder pide dinero a Montoro o a Zapatero. La autoridad sabe gestionar el que tiene antes de pedir limosna.
Entonces: ¿Quién tiene autoridad moral en la Comunidad Valenciana para reencauzar las relaciones con el Estado, conseguir mejor financiación, adaptar las instituciones a las demandas del nuevo sistema productivo o convencer a la gente que se acabó la teta de la vaca de la obra pública? Hay gente con poder. ¿Y hay algún líder con autoridad moral para levantar el ánimo de los valencianos? ¿Alguien que alivie el sofoco de tener que ir de pedigüeños a Montoro para ver si arregla los negocios de las empresas arruinadas de Fecoval?
Alberto Fabra y el PPCV la perdieron con tanta línea roja y desautorizaciones de Madrid. Y además no han sabido ni liderar la recuperación económica que se está produciendo en la Comunidad, explicando que la economía productiva que viene ya nunca conseguirá el pleno empleo de antes. Ni han sabido aparecer con la autoridad suficiente ante esa clase media que siempre los ha votado. ¿Por qué no buscan gente con autoridad moral? ¡Van de perdedores y eso no genera autoridad! ¿Hacía falta el numerito de traer ministros para que la sociedad civil le mande cartas a Mariano Rajoy?
Y qué decir del resto. La cúpula empresarial y sus líderes llevan en su pecado la penitencia. Solo buscan su lícito beneficio, pero han sido incapaces de sacar adelante el sistema financiero valenciano o asumir a riesgo costear infraestructuras cuya explotación puede ser muy rentable. Y solo van a pedir la limosna de los presupuestos para hacer unas carreteras, trenes o barcos que les ajusten los balances. Luego generar un estado de opinión hacia la obra pública es fácil: el tópico de las infraestructuras está en nuestras sangres desde tiempos de Franco.
El PSOE de Puig no le va a la zaga. El mitin de Pedro Sánchez era carpetovetónico. Tópico por todos lados, como si lo de la financiación autonómica fuera un invento de hace un par de años. ¡Coño! ¡Que fue Zapatero quien la montó! Este PSPV/PSOE tiene demasiada ambición por alcanzar el sillón del poder para saber dónde encontrar la autoridad moral para liderar un pueblo. Se les ha pasado el arroz.
Es posible que de los nuevos haya alguien con autoridad moral. Los de Podemos andan ahí revoloteando sin saber muy bien diferenciar entre clemenules y sanguina. Y a Mónica Oltra, Punset o Cristina Seguí solo les importa la foto. Por la foto hacia el poder. ¿Saben por ejemplo que el problema del turismo no es de número si no de precios?
Al final hay mucha ambición de poder pero poca autoridad moral para liderar un pueblo.
@jmontesinos
